domingo, septiembre 27, 2009

[Si pudiera perdonarme]

Hoy pase junto al reloj que alguna vez plasmaste en nuestras fotografías, recuerdo que era parte de tu clase de artes, me dio una nostalgica carente de cordura, no tengo porque extrañarte y sin embargo mi corazón se sobresaltó y le transmitió señales a mi cerebro de tristeza.
Sí, así fue me puse triste al pensar en tí.
No he podido perdonarme las veces que lloré de más, y las otras tantas que te amé como si fuera menos, la verdad es que siempre te quize igual, mi problema fue que no supe demostrar que no tenía más razones que las que juntos moldeamos.
Hace un rato, abrí las puertas del closet y busqué entre sustantivos, algo que me condujera a sembrar mis pies sobre esta tierra, que ya no da flores, [de esas fluorescentes], soñé tanto a tu lado, que tal vez por eso, esto hiera.
Estuve en la sala de un cine con las señales distorsionadas, ya te había pensado, llego tu imagen como presencia innecesaria, como manos que abrazan, remembré tus pasos como cuando niños, anhelé tu cara sonriente llegando hasta mi lugar con una caja de palomitas en las manos, necesité de ti, y no es correcto.
Por si fuera poco aun no logro romper el cielo, para que se ponga menos tenso, para que me obsequie menos perversión, los luceros no caminan más rápido que yo, y tu estrella, esa que me regalaste, me sigue a todos lados.
No pude perdonarme, no pude seguir contigo, por tus errores, por los otros tantos que solo son míos, pero pese a todo aun conservo la inconciencia de que pudo haber sido mejor, y que muy seguramente estaríamos enamorados.

[Fragmento del diario de Isabel]